En Perú existe un lugar mágico ubicado a un poco más de 300 km al sur de Lima, este es un oasis que resalta en medio del inmenso desierto de la región costeña de Ica y sus enormes dunas: el Oasis de Huacachina. Conocido como ´Oasis de América´, es considerado uno de los pocos oasis naturales que se pueden encontrar en territorio americano. Es un lugar perfecto, con un paisaje espectacular conformado por una laguna de aguas color verde esmeralda y grandes dunas que invitan a la práctica de deportes de aventura como sandboard, motocross y tubulares. La Laguna de Huacachina debe el color verde de sus aguas al afloramiento de corrientes subterráneas. Su belleza también radica en la abundante vegetación que la rodea, donde destacan grandes  palmeras, eucaliptos y huarangos (especie de algarrobo), que sirven para el descanso de aves migratorias que pasan por la región. Entre los  meses de febrero y marzo, se puede apreciar el máximo esplendor del verdor de la vegetación de este oasis. Esta es la temporada en que recibe más turistas, quienes no resisten dar un paseo en bote por la laguna.

Leyenda de la Laguna de Huacachina

Cuenta la leyenda que hace muchos años, una princesa de la estirpe incaica de nombre Huacca China vivió en este lugar. Esta mujer era dueña de una gran belleza, además de una voz tan hermosa que su solo canto hacía ablandar los corazones de los hombres. En una ocasión cuando la princesa se encontraba sola, un cazador la vio y quedó encantado de ella, de tal forma que empezó a perseguirla, la princesa empezó a correr para escapar de sus malas intenciones, en el camino el traje de la dama empieza a desgarrarse por los obstáculos hasta que finalmente se le desprende y se convierte en una sábana de arena (el desierto), tras ello se le cae también un espejo que siempre llevaba consigo y se vuelve una laguna (la de Huacachina). Viendo que la princesa no tenía escapatoria de la amenaza de su agresor, se convierte en una sirena para poder huir. Los pobladores locales cuentan que, hasta el día de hoy, aquella princesa convertida en sirena aún aparece en las noches de luna, dejando escuchar su canto.

Aventura y adrenalina en el desierto  

Mientras que por un lado los amantes del sandboard llegan al lugar a desafiar a las grandes dunas, también hay oportunidad para visitantes, principiantes en el deporte, que quieran experimentar de la práctica. En este sentido, hay agencias de viaje que  ofrecen paquetes con los implementos (tablas) para el deslizamiento por las finas arenas. Por otro lado, los turistas pueden también alquilar carros tubulares especialmente diseñados para las dunas -también conocidos como buggies- los cuales van a gran velocidad por grandes y pequeñas montañas de arena, generando máxima adrenalina. Entre otras actividades que realizan los visitantes en el lugar están acampar, trekking y nado en la laguna. Sin lugar a dudas, el Oasis de Huacachina nos otorga una de las más hermosas vistas, así como un lugar de grandes experiencias, razón por la cual cada día atrae a más turistas.